lunes, 7 de febrero de 2011

¿Qué es la Economía?..Lo que Hacen los Economistas


Cuentan que en alguna ocasión  en 1929, Daniel Cosío Villegas pidió al entonces Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Lic. Ignacio García Téllez la apertura de una carrera donde se formaran profesionistas que le ayudaran a elaborar planes y programas de desarrollo nacional, el entonces rector le preguntó si no se cubría ese perfil con los egresados de las carreras existentes, a lo cuál Cosío Villegas respondió que no, que era necesario abrir una licenciatura en economía en la incipiente autonomía universitaria.

Desde entonces, y en conjunto con Jesús Silva Hersog y Antonio Espinoza de los Monteros, crearon en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, la Licenciatura en Economía, ya para 1934, el entonces rector de la UNAM, Manuel Gómez Morín inauguró la Escuela Nacional de Economía, con esto daba inicio la preparación profesional de científicos sociales especializados en economía que vendrían a servir al país al impulsar programas de desarrollo económico con un gran sentido social.

A partir de los años 40s México viviría uno de sus periodos con mayor crecimiento económico de su historia, 7.3% de PIB anual, el considerado milagro mexicano sólo fue posible por la participación activa de economistas que sentaron las bases para fortalecer el periodo de “Sustitución de Importaciones” y el posterior “Desarrollo Estabilizador”, como fueron Juan F. Loyola, Jesús Silva Hersog, Victor Urquidi, Antonio Ortiz Mena, entre otros.

A partir de esa fecha se abrieron otras escuelas de economía en el país, sin embargo, la más prestigiada seguiría siendo la de la UNAM, la calidad de sus profesores, los planes de estudio y en general la efervescencia intelectual que se respiraba en la universidad hacían sin duda de la Escuela Nacional de Economía el principal semillero de este tipo de profesionistas que tanto necesitaba y necesita México.

Sin embargo algo habría de cambiar a partir de los años 70s, una nueva generación de economistas, principalmente de escuelas privadas, salían a universidades del extranjero, donde una nueva teoría económica se estaba gestando, la llamada Escuela Neoclásica; estos neo-economistas resultaron ser profesionistas muy bien formados en matemáticas y modelos estadísticos, con un énfasis muy marcado en el libre mercado y casos de estudio aplicables a países desarrollados.

En contraparte, dejaron de lado la enseñanza de temas fundamentales para el desarrollo de cualquier país como son: planeación del desarrollo, economía política, historia económica y sobretodo el sentido social de la economía, la razón de lo anterior tiene principal justificación el hecho que la economía neoclásica postula como principales supuestos la desregulación de los mercados, la no intervención del gobierno en la economía, y la máxima de que cualquier individuo en la búsqueda de su bienestar individual, provocará el bienestar general. Ante los supuestos anteriores, queda claro por que el cambio en los planes de estudio de la carrera de economía, ahora solo tendrían que trabajar para mantener las condiciones de equilibrio macroeconómico para que los agentes económicos individuales puedan realizar sus actividades y con ello se estaría garantizando el crecimiento económico.

Por supuesto, esta nueva escuela económica demostraría sus desastrosos resultados, por más que los economistas oficiales se empeñan en tratar de convencer que el país va por buen camino y que las políticas económicas son las mejores, no hay evidencia empírica que confirme esto, desde la instauración de la economía neoliberal en México, se han tenido los peores resultados en crecimiento económico, empleo, salarios reales, poder adquisitivo y producción que son sin duda las variables reales de la economía que nos deberían de importar, se ha pensado que el fin por si mismo, es mantener bajos niveles de inflación, presupuestos equilibrados, tipo de cambio estable y demás variables monetarias y fiscales que no resultan en el mejoramiento del nivel de vida de los mexicanos.

Es pues ante esta situación, y el desmantelamiento del aparato gubernamental encargado del desarrollo económico, que los economistas sociales han dejado de ser necesarios, ahora debemos esperar que todo llegue por si solo, que las decisiones del futuro de nuestro país recaigan en la iniciativa privada, hemos renunciado, pues, a ser los constructores de nuestro destino económico.

Tarde o temprano, se deberá retomar y reconocer la labor que la ciencia económica debe aportar a nuestra sociedad, cuando se recupere la conducción de la economía no podrá recurrirse más a economistas improvisados, a economistas neoliberales o a que profesionistas de otras áreas traten de realizar la responsabilidad que no les corresponde, solo así garantizaremos el desarrollo económico que merece nuestra sociedad, solo así se cumplirá aquel sueño de Daniel Cosío Villegas al fundar su licenciatura en economía.

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