lunes, 7 de febrero de 2011

Central de Abastos en Puerto Vallarta, Proyecto de Diversificación y Fortalecimiento Económico


La situación que vive actualmente el campo mexicano, ha llevado a que tan solo en una década se reduzca su aportación al PIB en un 39% (INEGI), esto no es mas que un reflejo de la situación tan precaria en la que viven nuestros campesinos, muchos son los problemas que se pueden enumerar al respecto, sin embargo, hay uno que ha sido mencionado en múltiples ocasiones, y es el que tiene que ver con el problema de la comercialización.

Con el proceso de libre mercado que la economía mexicana ha sufrido desde los años ochentas, se dejó a los productores agropecuarios al juego del mercado, lo que se tradujo en que la comercialización de los productos de campo quedara en manos de unos pocos intermediarios privados, que son los que determinan los precios de las cosechas, en la mayor de las veces de manera arbitraria. De esta manera, la participación de los productores en el precio final  es muy bajo.

Según un estudio del Sistema de Información Estadística Agroalimentaria y Pesquera de la SAGARPA, la cadena agroalimentaria alcanza niveles de intermediación que alcanza niveles que fluctúan entre el 50 y 90 por ciento del precio final del producto.

Por lo anterior dicho, es necesario que el gobierno en sus tres niveles, utilice todos los mecanismos posibles para hacer que el productor tenga un ingreso que permita mantener su rentabilidad. Gracias a la valentía de los productores es que hoy se han atrevido a sembrar, aún con la incertidumbre sobre el valor de sus cosechas.

A los productores les interesa un esquema de comercialización que les permita convertirse en proveedores, participar en el proceso de abasto y llegar hacia la parte terminal de la cadena de consumo y no vender a la primera parte de la cadena comercial, que es el que les paga más barato. Para resolver este problema, una Central de Abastos, donde los productores sean los propios vendedores finales es una solución a todos los problemas mencionados, lo anterior les permitirá también organizarse en empresas comerciales con personalidad jurídica propia y así tener acceso a fuentes de financiamiento, que les permita integrar el acopio del producto y regular la oferta del mismo para obtener mejores condiciones de mercado.

No cabe duda que en gran medida, la crisis agrícola está principalmente en la comercialización de las cosechas. En Puerto Vallarta, según el Censo General de Población y Vivienda del año 2000, existían más de 2000 personas ocupadas en el sector agropecuario, pero que sin embargo solo aportan 1.44% al PIB Municipal, contamos en el municipio con 94 localidades con menos de 2,500 personas, con una población conjunta de 7,290 habitantes que principalmente obtienen sus ingresos de labores agropecuarias, lo anterior se corresponde con el hecho de que este sector de la población es el que recibe los menores ingresos de todos los trabajadores del municipio.

Tradicionalmente Puerto Vallarta ha sido considerado solamente como puerto exclusivamente turístico, cuando la realidad es que existen otras actividades económicas que no sean visto beneficiadas de la derrama económica hecha por el turismo, lo cual ha llevado a ocasionar un rezago en estos sectores.

Una Central de Abastos no tendría importancia solo en el ámbito municipal, sino que el impacto sería regional, abarcaría al menos a siete municipios (Puerto Vallarta, Bahía de Banderas, Cabo Corrientes, Tomatlán,  San Sebastián, Mascota y Talpa de Allende), con lo cual se estaría gestando un nuevo desarrollo regional, pues todos tienen, en menor o mayor medida, vocacionamiento agropecuario y no cuentan con una Central de Abastos donde atender sus problemas de comercialización.

En resumen se atendería a un sector muy vulnerable de la población, con un proyecto que ha sido demandado por muchos años, y que repercutiría directamente, bajo un esquema adecuado, en el desarrollo del sector agropecuario, cabe mencionar que el proyecto es un proyecto que tendría un alto impacto no solo en lo económico, sino sobretodo en lo social.


En resumen los objetivos primordiales que debería cumplir un proyecto de esta magnitud serían los siguientes:

  • Eliminar los intermediarios en la comercialización de los productos agropecuarios.
  • Que los productores sean los proveedores directos, logrando así poder obtener mayor rentabilidad de sus cosechas.
  • Establecer un modelo de Desarrollo Regional
  • Que se establezcan uniones de proveedores conformados por productores de la región.
  • Que al estar conformados como proveedores puedan ser sujetos de crédito con los esquemas de financiamiento a las MIPYMES, además de recibir capacitación constante para lograr llevar de mejor manera sus empresas.
  • Lograr incrementar los ingresos de las familias dedicadas al sector agropecuario.
  • Lograr encadenar al sector primario con el sector secundario y terciario.
  • Que la población y empresas de Puerto Vallarta cuenten con un lugar donde poder adquirir productos frescos y a un menor precio, ayudando con ello a la economía de toda la población. 

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