miércoles, 27 de abril de 2011

Reflexiones del Emprendurismo en México


El concepto de emprendurismo es un término que no puede faltar cuando de hable de desarrollo empresarial, de creación de empresas o, incluso, como una  forma de describir actitudes de iniciar algo por si mismo, sin embargo en el ámbito empresarial, se le define como aquella “cultura” de creatividad y capacidad de tomar el riesgo de llevar a cabo un negocio que pueda ayudar a generar ganancias suficientes en un tiempo razonable.

Sin duda siempre han existido personas emprendedoras que a partir de una idea o sueño iniciaron con una microempresa y que a la postre se convirtió en una mediana o gran empresa, ¿que elementos pueden  encontrarse en estas empresas que rompieron con la tendencia casi natural de desaparición en los primeros años de creadas?.

Se pueden distinguir factores endógenos y exógenos que influyen en un adecuado ambiente de negocios, dentro de los factores endógenos se pueden enlistar conocimientos administrativos, contar con un plan de negocios, el servicio que se brinde, la calidad del producto, etc.

Dentro de los aspectos exógenos, que son a los que nos referiremos especialmente, encontramos aquellos que no son imputables a la empresa, que no están en su control, dentro de ellos se pueden mencionar aspectos climáticos o naturales y aquellos que dependen de las políticas públicas y sociales que establece un país para el desarrollo económico del mismo.

Se considera que un ambiente adecuado de negocios se encuentra un marco regulatorio adecuado, incentivos y programas de apoyo, instituciones de financiamiento, adecuada infraestructura productiva, un mercado interno fuerte, y una economía sólida en la cuál desarrollarse.

México dista mucho de contar con las condiciones adecuadas en varias de estas variables exógenas, actualmente el llamado comercio establecido o formal, se queja de la competencia desleal que representan los negocios informales, al argumentar que al no pagar impuestos, ni servicios, ni estar regulados, pueden ofrecer mercancías más baratas. Pero cabe recordar que en el México de antes de la primera gran crisis de 1982 el ambulantaje no existía, el sector informal no era digno de preocupación, y por tanto la competencia era más justa entre empresas.

Por otro lado, el excesivo número de requisitos y permisos, han hecho de México uno de los países con mayores dificultades para aperturar una empresa, que la mayoría de las veces provoca la desilusión o el desánimo al parecer un esfuerzo sumamente complicado.

Respecto a las políticas de desarrollo, hemos optado por aprovechar las llamadas ventajas competitivas, en lugar de desarrollar las ventajas comparativas que más nos convengas, esto ha llevado a una excesiva terciarización de la economía, a la renuncia casi total al desarrollo industrial, prueba de ello son las declaraciones de algunos funcionarios federales que basados en las teorías liberales, argumentan que la mejor política industrial es que no haya política industrial.

Un problema también es la falta de programas de incentivos y programas de fomento adecuados, que verdaderamente den herramientas y recursos suficientes para crecer adecuadamente, por poner un ejemplo, mientras que en Estados Unidos una microempresa suele comenzar con financiamientos de alrededor de $100,000 dólares, en México el promedio de financiamiento empresarial para iniciar ronda los $5,000 dólares, cantidad que según un especialista colocador de fondos empresariales de Estados Unidos, solo serviría para preocuparse en como pagar el préstamo, más que en pensar en como utilizar eficientemente dichos recursos.

Encontramos también el hecho de la disminución de hace ya varias décadas de la inversión pública en infraestructura, misma que ha sido suplida por inversión privada, el problema con esta conversión es que los inversionistas privados esperaras siempre rendimientos positivos en el menor plazo posible, a diferencia de la pública que su objetivo debe ser el bienestar social más allá del rendimiento.

Y por último mencionaremos el fortalecimiento del mercado interno a través del mejoramiento del poder adquisitivo de los consumidores que permita un incremento sostenido de las demanda, que junto con una economía sólida permitiría contar con posibilidades de crecimiento reales.

Como conclusión, resulta necesario que se creen las condiciones exógenas, que junto con el desarrollo endógeno genere un caldo de cultivo propicio para el desarrollo económico nacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario